Friday 23 May 2008

Alquerja Mudéjar

Calle de los Churruchaos, 2
36002 - Pontevedra, España
Tel. (+34) 98 685 12 58
Muito concorrida pode ser difícil arranjar mesa

Galega

Doses simpáticas mas o sabor e confecção ficam aquém do que já provámos, se juntarmos o ambiente concorrido e um serviço com o seu próprio conceito de velocidade ficamos com uma lembrança algo sensaborona da visita. Não posso dizer que tenha comido mal mas numa próxima ocasião procuro outro.

Comida

Bem servida, mas muito oleosa

Preço

€€

20 Euros

Ambiente

Bem localizada na cidade

Serviço

Lento

Disfrutar tapeando de buenas y abundantes raciones justo detrás del Ayuntamiento es posible gracias a La Alquería Mudéjar. Un local que presume tanto de una variada carta de vinos -incluyendo diversos caldos de autor- como de una más que considerable variedad de revueltos y especialidades de la casa en la que se llevan la palma las tortillas y huevos fritos con patatas. Dispone de terraza.


Localização:

Nosso menu:

  • Revuelto asparagus
  • Tonno takikaki
  • Emperador la plancha
  • Brosquetta de pollo
  • Cerveja

Crítica:
La Alquería Mudéjar es uno de esos locales que le gusta a prácticamente todo tipo de gente que desea tapear por el casco antiguo de Pontevedra: rústico, raciones sabrosas y abundantes, buenos caldos y… ¡buen precio! aunque a primera vista las impresiones en la carta puedan parecer elevadas.
Como podemos leer a su entrada en una imponente tabla: Fusionamos el uso de los productos tradicionales gallegos, frescos y de primera calidad con lo mejor da “nosa cociña”, creando una relación de platos especiales para nuestros clientes.
El local -de aspecto rústico- presume de grandes dosis de madera y de un vistoso azulejado repleto de detalles gastronómicos en uno de sus laterales. Multitud de faroles iluminan las mesas suficientemente, apoyados por unos fluorescentes que riegan con un coqueto haz de luz el borde superior de las paredes.
Botelleros repletos de placeres decoran las paredes. Entre las acertadas entradas de crianzas y reservas de Riojas y Riveras del Duero encontramos también excelentes caldos de las denominaciones de origen de Toro, Ribeiro, Rías Baixas, Ribeira Sacra, Campo de Borja y La Mancha, destacando los vinos de autor o vinos de alta expresión, que por sus particularidades o localizaciones tienen un proceso de elaboración diferente con una selección y cuidados por parte del bodeguero que los hacen sumamente especiales.
La piedra que da forma a sus paredes nos traslada en el tiempo y transmite al comensal ese tacto entre frío y acogedor que sólo las mejores taperías ofrecen. Las mesas, amplias y orgullosas, están flanqueadas por coquetos bancos así como resistentes banquetas y sillas.
El escaso pero atinado ladrillo visto que dibuja tímidamente un arco de antaño, nos muestra una presumida entrada a los fogones cuyo funcionamiento despierta los recuerdos de cualquier aficionado a los spaghetti westerns.
Detalles vinícolas poco corrientes conceden cierta personalidad al establecimiento, entre ellos, enormes botellas de 10 litros que no pasan desapercibidas a la vista de los clientes.
La carta realiza un largo recorrido por embutidos, patés, quesos, ensaladas, tablas de la casa, carnes, pescados, revueltos y sus especialidades de tortillas y huevos. En el apartado de las bebidas destaca -como comentábamos anteriormente- una amplia selección de vinos, cervezas de importación y cafés especiales.
Nosotros decidimos compartir algunas raciones y empezamos con un Paté finas hierbas -acompañado de rebanadas pan tostado- que estaba delicioso. ¡Unanimidad en el veredicto!
Le siguió una ración de Chorizo ibérico de las Hurdes (Vegas de Coria) que fue lo mejor de la cena con diferencia… ¡Nos chupábamos los dedos!
Continuamos con unos Chipirones con patatas que estaban de miedo y no nos defraudaron en absoluto. Además, cuando están malos cantan enseguida.
La ración, como podéis observar en la foto, era contundente.
¡Media Tortilla! (en la carta aparece como “media” aunque sea redonda) ¡Enorme! ¡Gordísima! Os vais a dar cuenta unas fotos más abajo donde aparece sobre la mesa… No os podéis imaginar como era una tortilla entera… ¡Desmesurada! Pero no puedo utilizar el mismo adjetivo para definir su sabor, pues se quedaba a medias… Sinceramente, nos defraudó bastante.
El Revuelto de langostinos y acelgas era otra ración monumental, pero patinaba de nuevo en lo más importante: el sabor. Al parecer… todo lo “grande” fracasaba en nuestro paladar.
De todos modos… Susana, Mili y Emiliano disfrutaron de la cena, no creáis que quedó mucho en los platos… ¡El ansia! ¡Es el ansia!
Id a echar un vistazo, merece la pena.


por Cucharete
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